Las empresas de transporte tenemos un nuevo protocolo de actualizado para las entregas de última milla. Debido al Estado de Alarma decretado por el COVID-19, los sindicatos han redactado una guía con una serie de medidas, reflejando las últimas restricciones y recomendaciones del Gobierno. El principal objetivo no es otro favorecer una entrega segura y minimizar el riesgo de contagios de los transportistas durante los portes.

Actuaciones en la entrega de última milla

El mayor riesgo que tienen las empresas de transporte de mercancías en estos momentos es al realizar la entrega y entrar en contacto con las personas, por lo que las recomendaciones generales extreman las precauciones en las situaciones en las que se produce la interacción. En este sentido, las principales medidas y recomendaciones que hay que tomar son:

• No salir del vehículo si no es estrictamente necesario, y evitar entrar en oficinas de terceros. Se recoge como excepción el uso de instalaciones sanitarias, que deben estar correctamente higienizadas por el personal de carga y descarga.
• Si el transportista tiene que intervenir personalmente y ha de bajarse del vehículo (entrega de documentación y otras operativas), la distancia de seguridad que debe guardar será de más de dos metros. Si es obligatorio que esta distancia sea inferior, se recomienda el uso de mascarillas.
• También se limita la presencia de un pasajero por cabina en lugar de dos.

Entrega de la mercancía al cliente

Además de las recomendaciones anteriores, se ha creado un protocolo de entrega generalizado, que puede ser adaptado ligeramente por cada compañía, pero que de manera general actuará de la siguiente manera:

• El repartidor dejará la mercancía en el lugar indicado para la recepción de la misma. Habitualmente en la puerta, o en el ascensor, pero esto variará según el tipo de cliente.
• Tocará el timbre y se retrocederá hasta una distancia segura de un mínimo de 2 metros.
• Evitará cualquier contacto con terceros. Si es posible, se evitará la firma en la recepción del pedido, haciéndolo el propio transportista.
• Evitará el intercambio de dinero, reembolsos, etc. y la propia empresa deberá encontrar un sistema alternativo que evite el contacto físico.

Por otro lado, el riesgo de contagio por manipular la mercancía y otros objetos es muy bajo, por lo que no se recoge ninguna medida concreta con respecto al manipulado de estas ni a su transporte.

Además de estas medidas genéricas, la guía insiste en extremar las precauciones si el transportista detecta que alguna de las personas con las que está interactuando presenta síntomas, o sospecha que ha podido estar infectada.