Métodos para la gestión del inventario
28 agosto, 2020 General
Gracias a las nuevas tecnologías y a los avances, la gestión del stock ha ido evolucionando y mejorando con el tiempo. Y es que, su gestión es un aspecto clave para todo tipo de negocios, ya que si se lleva de forma adecuada, se contará siempre con stock y no habrá problemas de abastecimiento. Esto, también repercutirá en la empresa, que optimizará tiempo y dinero, sin que su actividad normal se vea perjudicada en ningún momento.
La gestión de stocks
Cuando hablamos de gestión de stocks, nos estamos refiriendo al control y regulación de la entrada y salida de productos en la empresa. Con ello, podremos saber las existencias de cada artículo y en qué momento debemos hacer un nuevo abastecimiento.
El principal objetivo es la optimización, tanto de los costes, ya que ahorraremos al comprar solo la mercancía necesarias y del espacio, ya que con un control riguroso, el almacenamiento será el oportuno, por lo que aumentará la rentabilidad de la empresa.
Los métodos de gestión de stock más utilizados
Método FIFO
Es el método que se suele emplear en los almacenes de alimentos, ya que primero se venden los productos más antiguos, dándoles prioridad. Para ello, precisa de un mayor espacio, pero garantiza el suministro de mercaderías.
Método LIFO
Éste es todo lo contrario al anterior, ya que se basa en dar prioridad a los artículos más recientes, por lo que las mercancías se almacenan el menor tiempo posible.
Stock bajo demanda
Hablamos de este tipo de gestión cuando el stock que se realiza es porque un cliente ha solicitado un pedido, por lo que es demasiado arriesgada ya que se corre el riesgo de que se haya agotado y no tener existencia.
Existencias mínimas
Podríamos decir que es uno de los más usados. Se realizan pedidos a los proveedores, pero siempre se cuenta con un mínimo nivel de existencias en el almacén. Eso sí, necesita un completo análisis de datos de compra y venta de cada producto. Cuando se llega al mínimo de existencias, se tramita el pedido.
Método ABC
Este método se divide en tres categorías: A, B y C, donde la A está relacionada con los artículos de mayor consumo anual que, por regla general, son almacenados en ambientes especiales (temperatura). La categoría B hace referencia a productos de consumo medio. Deben ser controlados de forma periódica para que no formen parte de la categoría A y C. Por último, la C abarca la mercancía que presenta un bajo consumo, por lo que su reposición es poco frecuente. En este caso, los pedidos se realizan solo cuando se produce una venta.
Modelo de Wilson
Por último, está el Modelo de Wilson, que se trata de un sistema muy fácil de implementar pero que necesita mucha supervisión. Se trata de hacer pocos pedidos con el máximo número de productos posible.