En toda cadena de suministro, la correcta gestión de los inventarios es una de las partes principales para el adecuado tratamiento de las mercancías, sus flujos, conocer sus estados, ubicaciones en el almacén y así poder dar una respuesta satisfactoria a las demandas de los clientes, ya sean particulares, llevando la mercancía a su domicilio o empresas llevando la mercancía al almacén en la forma y fecha establecida.

Además, es muy importante que sepas que una correcta gestión del inventario tiene un impacto directo sobre los costes empresariales, ya sea por el material inmovilizado, por las pérdidas de mercancía o por ineficiencias operacionales, por ejemplo.

Por ello, hoy en este artículo queremos abordar los distintos tipos de inventarios que se pueden llevar a cabo en un almacén, de acuerdo con las funciones y las necesidades que puede tener una empresa:

Inventario continuado

O también conocido como “inventario por secciones”, es un tipo de inventario de existencias en el almacén por medio de un control de registro detallado de las unidades físicas. Este tipo de inventario se lleva a cabo a diario, controlando cada día una sección del almacén, ajustando las cantidades con la información que tenemos en nuestro SGA con las unidades físicas. Es uno de los sistema de gestión de inventario más recomendado porque ofrece un control de registro actualizado de forma constante.

Inventario total

En este tipo de inventario, se controla todo el material que tenemos en el almacén de forma física con lo que está reflejado en el sistema. Para ello, es necesario para la actividad del almacén y destinar el tiempo necesario al control. Con frecuencia, este tipo de inventario puede hacerse en almacenes logísticos o industriales a final de año, en unos días donde no hay actividad.

Inventario total fraccionado

Este tipo de inventario es igual que el anterior, pero en lugar de hacerlo una vez al año se hace varias veces al año. El motivo principal es que la actividad no puede detenerse para hacer el inventario y tampoco tenemos los recursos necesarios para hacer un control de inventario continuado.

Inventario físico

El inventario físico está pensado para un control del producto y no tanto de las unidades, donde se comprueba que las medidas y unidades que el cliente dice que tiene cada uno de sus productos es realmente así. A veces sucede que un producto cambia de envase y ahora presenta un mayor volumen, por ejemplo, por lo que si no lo detectamos estaremos teniendo un problema de espacio y dinero.

Inventario aleatorio

Se trata de otra variable del inventario continuado, pero más espaciado en el tiempo y donde no se controla una sección sino una zona de forma aleatoria (un pasillo, una fila de estanterías etc). Este inventario sirve para saber si lo que refleja nuestro SGA efectivamente está situado en el almacén.

Inventario de materia prima

El control de la materia prima sirve para saber si la fabricación que llega está correcta, tanto el material de embalaje y también sobre los envases.

Inventarios de seguridad mínima

Este tipo de inventario es muy práctico cuando pensamos que podemos tener una rotura de stock por ejemplo. Se hace un inventario físico de los mínimos de ese producto, a fin de contrastar la información del SGA con la realidad y prevenir la rotura de stock sabiendo las unidades disponibles realmente.

Inventarios de seguridad máxima

Cuando vemos una falta de espacio en nuestro almacén logístico, debemos controlar el máximo de productos disponible de aquellas mercancías que más espacio ocupan. Para eso diariamente se tiene que hacer un control de inventario de ese producto detectando si están o no en el límite máximo.

Inventarios solapados

Cuando gestionamos más de una unidad de almacén en distintos lugares pero compartimos la misma familia de producto en todos o parte de los almacenes que tenemos, el control de inventario de ese producto tiene que ser por almacén y unidades, solapando al final el total.